La educación holística

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“Un centro educativo  debe ser un refugio para que niños, niñas y adolescentes aprendan a respetar sus identidades particulares y necesidades específicas. Además, la educación inclusiva y la sensibilidad hacia el género deben estar presentes” Seija Toro, representante de UNICEF.

La educación holística aborda el desarrollo integral de la persona en el sentido más amplio, en las esferas cognitiva y afectiva. Hace hincapié en la educación del alumno más allá de las paredes del aula. Es por esto que se centra en el desarrollo de la persona de una forma integral. El objetivo de la misma se orienta a preparar al niño o niña para vivir una vida plena y productiva en la que tendrá que poner a prueba, desarrollar y aplicar sus habilidades y sus cualidades como parte de su aprendizaje durante toda la vida. Se trata de un viaje educativo de descubrimiento personal que comienza con la educación formal y continúa luego a lo largo de la vida.

Características de la educación holística

Los programas de educación holística pretenden abarcar todos los aspectos del aprendizaje y el crecimiento personales, y dan importancia al desarrollo de relaciones activas en todos los ámbitos, ya sea entre áreas de asignaturas, entre el individuo y sus comunidades o grupos de pertenencia, o entre el individuo y el mundo que lo rodea. Miller (1991: 3) sostiene que la educación puede describirse como holística cuando presenta las siguientes características:

-La educación holística fomenta el desarrollo general del alumno y se centra en su potencial intelectual, emocional, social, físico, creativo o intuitivo, estético y espiritual.

-Fomenta la importancia de las relaciones en todos los niveles dentro de una comunidad de aprendizaje en la que el educador y el alumno colaboran en una relación abierta y cooperativa.

-Da importancia a las experiencias de la vida y al aprendizaje fuera de las aulas y del entorno de educación formal en pro de una educación para el crecimiento, el descubrimiento y la ampliación de horizontes. Suscita el deseo de encontrar significados y comprensión, y de involucrarse en el mundo.

-Capacita a los alumnos para examinar de forma crítica los contextos cultural, moral y político de sus vidas. Impulsa a los alumnos a cuestionar y cambiar activamente los valores culturales para cubrir necesidades humanas.

Es por lo anterior que la educación holística tiene la capacidad de conducir al alumno hacia nuevas áreas de pensamiento, ampliar sus ideas personales y su pensamiento crítico, y ayudarlo a valorar el mundo que lo rodea y darse cuenta de la importancia que tienen las relaciones en todos estos ámbitos. Especialmente, la educación holística tiene la capacidad de otorgar a los alumnos las herramientas para pensar diferente, pensar de forma creativa y reflexionar sobre sus propios valores. Al final, el objetivo es desarrollar personas sanas y curiosas que sean capaces de aprender lo que necesiten y de aplicarlo en contextos nuevos, y que tengan una actitud de aprendizaje caracterizada por la motivación personal y la seguridad.

Fuente: http://blogs.ibo.org/positionpapers/files/2010/10/La-educaci%C3%B3n-hol%C3%ADstica_John-Hare.pdf

ImageProyecto Educativo Ilori

Es una realidad que los niños y niñas provenientes de los sectores más vulnerables son lo que tienen menos oportunidades de acceder al conocimiento y las experiencias necesarias para desarrollarse de forma integral. Ilori es un proyecto inspirador que brinda oportunidades de recreación, alegría, soporte psico afectivo y reforzamiento académico a un grupo de niñas y niños de las comunidades de La Carpio y San Juan de Dios. Estos niños y niñas comparten y aprenden habilidades sociales y personales a través de la interacción, en los talleres semanales y mensuales que brinda la fundación.

En los talleres semanales, alrededor de 60 niños y niñas reciben apoyo extracurricular, una alimentación saludable y se propicia el desarrollo de sus habilidades sociales y creativas.

Cada mes realizamos talleres especiales, en los que actualmente participan alrededor de 150 niñas y niños entre los 3 y los 13 años de edad. Estos talleres están orientados a despertar el gusto por el arte, el interés por el conocimiento y la cooperación, de esta manera creamos experiencias únicas para los niños fuera de su entorno,en lugares que de otro modo no conocerían.

Colabora con nosotros, cualquier ayuda es bienvenida. Visita: http://www.biendemujer.org/donar.html  para más detalles.

La mujer y la actividad física

Image¿Sabes que el ejercicio físico puede alargar tu vida? Cientos de estudios han demostrado en los últimos años que las personas que practican ejercicio físico habitualmente viven más y mejor que quienes no lo hacen.

VANESSA RAMIRO / MUJERACTUAL

No se trata de practicar deporte de competición ni de acudir varias horas al gimnasio, sino simplemente de moverse. ‘Actividad física’ se refiere casi a cualquier movimiento corporal que implique un gasto de energía. Por ejemplo, muchas de las actividades cotidianas: caminar en los trayectos al trabajo, bajarse un par de paradas antes si se utiliza transporte público, subir escaleras en vez de coger el ascensor, bailar, salir a correr, pasear, montar en bicicleta, nadar, jugar con los niños, etc. Bastan treinta minutos diarios.

Beneficios del ejercicio físico
Está comprobado que la actividad física practicada regularmente, esos treinta minutos diarios, reduce las probabilidades de morir prematuramente, fortalece el sistema inmunológico y previene y/o retrasa la aparición de enfermedades, sobre todo, cardiovasculares. Ayuda también a controlar el sobrepeso y la obesidad; fortalece los músculos y los huesos, aumentando la densidad ósea y previniendo la osteoporosis, y mejora la forma física. Además, aumenta la producción de serotonina en el cerebro, con lo que se consigue agudizar las funciones intelectuales y neutralizar el estrés, puesto que contribuye a liberar tensiones, y, en gran medida, la ansiedad y depresión, mejorando el estado de ánimo y la autoestima.

Otros beneficios

  • Previene y/o retrasa el desarrollo de la hipertensión arterial y disminuye la tensión arterial en hipertensos.
  • Controla el colesterol.
  • Regula la glucemia y disminuye el riesgo de padecer diabetes.
  • Mejora la digestión y la regularidad del ritmo intestinal.
  • Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de mama o colon.
  • Si la actividad física es de intensidad moderada, puede ser beneficiosa para la artrosis.
  • Ayuda a conciliar y mejorar la calidad del sueño.

Durante el embarazo
Sin perder nunca de vista posibles contraindicaciones médicas, también durante el embarazo mantener la costumbre de dedicarle un tiempo a realizar una actividad física puede reportar grandes beneficios a la mujer. A corto plazo, el ejercicio puede disminuir los dolores de espalda, el estreñimiento, la hinchazón y la inflamación; aumenta el nivel de energía y bienestar; ayuda a modificar la postura y a tonificar, fortalecer y dar más resistencia a los músculos, mejora el patrón de sueño y protege frente a la diabetes gestacional.

De cara al momento del parto, una práctica regular de actividad física ayuda a mejorar la capacidad de la mujer para sobrellevar el dolor, disminuye las posibilidades de realizar cesáreas, la recuperación tras el nacimiento del pequeño es más rápida y es más fácil recuperar el peso anterior al embarazo.

 

En la menopausia
En términos generales, se puede decir que la mujer vive más años de su vida en el período posterior a la menopausia. También en esta etapa, el ejercicio físico habitual tiene importantes beneficios: ayuda a controlar el aumento de peso y grasa corporal, mejora el estado de ánimo y crea sensación de bienestar, mejora los síntomas de la menopausia y disminuye las probabilidades de desarrollar enfermedades propias de las mujeres en edad avanzada, como enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebro-vasculares, osteoporosis, artrosis, incontinencia urinaria, reacciones tóxicas a los medicamentos, dolor crónico, etc.

En definitiva, en adultos de edad avanzada, disminuye el riesgo de caídas, ayuda a retrasar o prevenir las enfermedades crónicas y aquellas asociadas con el envejecimiento, mejorando su calidad de vida y aumentando su capacidad para vivir de forma independiente.

Fuente: http://www.mujeractual.com/belleza/enforma/deporte.html

Cenicienta furiosa

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Ana Istarú

Cenicienta, Gretel, (la hermanita de Hansel) y Blancanieves tenían un atributo en común: la escoba. Barriendo el piso, dos de ellas consiguieron marido, la tercera salvó la vida. Algo bastante espeso nos insinúan los cuentos de hadas. Ahora bien, ¿se ajusta fielmente esta apreciación a la realidad? ¿Empuñando una escoba conseguiremos amor, aprecio, afecto, albergue, alimento, autonomía, y tantas otras aes imprescindibles para la supervivencia? Me lo pregunto porque, ¿en qué se convierte una mujer, al menos en los cuentos de hadas, firmemente aferrada a una escoba, con el transcurso del tiempo? – En una bruja.

Una bruja es, quizás, esa Cenicienta de la que ya no se habla, sabia ahora, vieja y encolerizada: lo de “vivieron felices y comieron perdices” nunca explica, por ejemplo, a quién le tocó cocinarlas. “A la empleada”, diría con inocencia una criatura, oyendo el cuento. “Todas somos empleadas no asalariadas”, diría yo. “No se salvó ni la esposa del millonario de la isla de Gilligan.” Pero quién sabe de Gilligan a estas alturas del milenio, en que la brecha generacional se divide entre aquellos que devorábamos tele y aquestos que devoran Internet. Todas somos empleadas, o amas de llaves, o administradoras.

Los Príncipes “ayudan”, si es que lo hacen, pero casi nunca perciben barrer la casita de los siete enanos como asunto propio. (Brillan por su presencia exquisitas excepciones. Besos a ellos: los adoramos, en especial sus hijos.)

Pero el punto no es ese. El punto es este: ¿cómo le fue, realmente, a Cenicienta? ¿Qué calidad de vida tuvo en su vejez? ¿Reciprocó el Príncipe, ya convertido en Rey, sus múltiples desvelos? ¿Cuidó su cáncer de seno? ¿La encontró bella sin esa luna gemela? ¿Recibió todas las susodichas aes? ¿Quisieron sus hijos a Cenicienta? Conozco a varias. Tengo malas noticias. Algo no manejaban bien nuestros queridos Grimm, a nivel de estadísticas. Sé de abuelas que aplancharon una hilera de camisas capaz de darle la vuelta al planeta, de viudas a las que sus hijos prohibieron contraer un nuevo matrimonio, de esposas abandonadas por enfermedad.

No hay que ser tan buenas. No paga. ¿Exigiríamos de alguien que renuncie a su dignidad, a sus aspiraciones? ¿Le daríamos de comer mal y de pie, le quitaríamos el sueño, lo pondríamos en el sótano de nuestras prioridades? ¿Por qué hacérnoslo a nosotras? Si para protegernos no nos basta el amor propio, tratémonos al menos como a una hija. Si podemos ser madres del mundo, casémonos primero con nuestras vidas.

Fuente: http://www.nacion.com/2011-05-22/Proa/Tinta-Fresca/Proa2768742.aspx

Mujer ideal vrs mujer real. II Parte

Por Tanya M. Brizuela H.

Antropóloga

 

ImageLos estereotipos

Desde su más tierna edad, una mujer carga con muchas concepciones de cómo debería ser para que la cataloguen como tal. De bebés, se les viste sobre todo de rosado y usualmente llevan en sus tiernas orejitas aretes, para que se les distinga como mujeres. De niñas, deberían jugar a la casita, pedir muñecas, ser tranquilas y ayudarle a mamá en el hogar, sobre todo si tienen hermanitos o hermanitas menores. De adolescentes, además de ayudarle a mamá en las labores del hogar, deberían ser coquetas, usar muchos colores al escribir en el colegio, llevar un diario en el que apunten sus vivencias diarias y estar enamoradas.

De adultas, deberían estar casadas, y si no están casadas, deberían tener novio y estar apunto de casarse, ser formales, tranquilas, les deben gustar los niños y desear al menos uno, además de saber cocinar, porque si saben cocinar “ya se pueden casar”. Pareciera ser que para cada etapa, existen concepciones específicas de cómo debe ser una mujer. No obstante, por ahora concentrémonos sobre todo en la mujer adulta.

La influencia de lo medios de comunicación es significativa por su impacto en la audiencia, y por llegar a casi todos los rincones del mundo, siendo pocos los sujetos que se libran de su alcance.

Lamentablemente, este poder de influencia no es utilizada de manera adecuada por algunos medios de difusión que utilizan y tergiversan la imagen de lo femenino. Solo basta con apreciar de forma reflexiva las propagandas comerciales, para darnos cuenta de esta realidad, en la que ciertos anuncios televisivos, manejan la imagen de lo femenino a conveniencia, empleándola para atraer la mayor cantidad de consumidores posible. Sin embargo manipular la noción de mujer de esa forma, perpetúa estereotipos. Algunos ejemplos de campañas publicitarias que promueven arquetipos de lo femenino podrían ser:

-Comerciales de detergentes de ropa, lavaplatos, consomés, medicinas para la familia y demás productos para el hogar: Estos nos muestran a mujeres amas de casa, dedicadas a las labores del hogar; a este tipo de mujeres las muestran como madres serenas, usando poco maquillaje, en camiseta y con jeans.

-Comerciales de cigarros, licores y automóviles: Estos otros usan la imagen de la mujer sexy, delgada, soltera y por supuesto sin hijos, eternamente seductora, de quien no interesa su grado de inteligencia.

-Comerciales cosméticos, ropa, zapatos y productos de belleza en general: finalmente los de este tipo utilizan la idea de una mujer vana y consumista, que compra por ser su hobby predilecto y su forma de realización personal.

 

La idea sociocultural de la mujer adulta ideal

Si bien es cierto que la idea sociocultural de la mujer adulta ideal podría ser diferente dependiendo del contexto, es posible aventurarse a describir a grandes rasgos una idea general de lo que debería ser “la mujer ideal” según sea su etapa o situación de vida. Sin duda alguna cada lector podrá afinar la imagen según su bagaje particular:

La acompañante perfecta: aquella mujer por supuesto delgada, hermosa, invariablemente alegre y anuente, muy a la moda, siempre arreglada, que sabe escuchar y hacer comentarios oportunos y con todas sus responsabilidades bajo control.

-La casada: debería querer tener hijos, preferiblemente desear quedarse en el hogar para criar a los pequeños, manejar cada detalle de su casa, matrimonio e hijos sin dificultad alguna, no frustrarse, no enojarse, ante todo ser feliz, dulce, amorosa, sacrificada, apacible, en fin con una disposición innata a complacer a los demás. También es deseable que sea una excelente administradora de los recursos del hogar, hasta el punto de hacer magia con ellos; y si es posible -según las tendencias de los últimos años-, también debería estar totalmente tonificada como resultado de su persistente asistencia al gimnasio.

-La trabajadora: de igual manera debe manejar las labores del hogar sin dificultad, verse impecable, no cansarse, atender a los niños con energía, y a su esposo con amor. Mientras además, tiene que demostrar constantemente en su trabajo que su condición de mujer no le impide desempeñarse como un hombre.

-La soltera: debería ser atractiva, inocente, sin experiencia sexual previa pero experta en las artes de complacer a su conyugue al momento de casarse, por supuesto preparada para atender los quehaceres domésticos, tener una carrera u oficio para colaborar en la provisión de la casa y desear tener hijos, entre otras características.

Existen un sin fin de preconcepciones que la mayoría conocemos muy bien,y que ciertamente pueden causar gran estrés a aquellas mujeres -sin duda la mayoría- que no “dan la talla”, simplemente porque estos “prototipos” son irreales, no toman en cuenta el cansancio físico, la presión de lo cotidiano, ni los sentimientos de frustración, entre otras aspectos. En general se podría decir que los estereotipos obvian la condición humana de las mujeres.

No sería prudente adjudicarle la existencia de los estereotipos a los medios de comunicación masiva. Algunos de ellos tienen el propósito de vender o entretener, otros tienen el fin de educar. El trabajo de selección y reflexión es de cada persona. Tampoco colabora al mejoramiento endosarle la responsabilidad total a la sociedad por formar estereotipos, o exigencias imposibles de alcanzar. Las dificultades surgen cuando asumimos irreflexivamente los estereotipos vistos, leídos o escuchados a través de diferentes fuentes, tomándolos como modelos reales y deseables de alcanzar.

Es normal no poder cumplir con todas las exigencias que de una u otra forma se les impone a las mujeres. Sin embargo los sentimientos de frustración que pueden surgir ante esta imposibilidad pueden llegar a ser fuente de angustia, sentimientos de impotencia e inclusive depresión en algunas mujeres. Por esta razón es importante asumir una actitud correcta ante semejantes presiones con miras al disfrute pleno de la vida.

 

Cuál debería ser nuestra actitud ante los estereotipos

Retomemos el ejemplo de la madre y su hijo citado en la primera parte de este artículo. Esta mamá, al escuchar el comentario de su hijo tuvo una conversación con el niño acerca de no sobrevalorar las cualidades físicas y de la importancia de todas aquellas virtudes internas que nos hacen especiales, aún cuando no puedan ser observadas a simple vista. Asimismo le explicó que todos somos diferentes, no obstante igualmente valiosos.

Si reaccionáramos como esta madre, ayudaríamos a fomentar en otros una actitud más crítica y reflexiva ante los estereotipos y es posible que seamos capaces de evitar concientemente ser influenciados por ellos. De esta forma, dentro de nuestras posibilidades y campos de acción, colaboraríamos a construir un futuro diferente con pasos firmes y consistentes, sobre todo a través de la transmisión de valores como el respeto y amor al prójimo a quienes nos rodean.

Sin duda los estereotipos son transmitidos y reforzados diariamente, por lo tanto, el trabajo para renovar nuestras propias concepciones e invertir esfuerzo en nuevas prácticas, es también un trabajo diario. Tomemos todo aquello que es bueno y digno de imitar. Con los demás pensamientos y acciones que no son de bien, trabajemos poco a poco por mejorar. No nos frustremos por lo que no podemos ser, sino más bien vivamos a plenitud lo que somos.

Mujer ideal vs Mujer real – I Parte: ¿Pueden existir las mujeres ideales?

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Tanya M. Brizuela H.
Antropóloga
Probablemente en algún momento de nuestras vidas hemos escuchado o leído sobre la noción de “mujer ideal”, sin embargo es posible que en pocas ocasiones nos detengamos a meditar sobre su significado. Según la Real Academia Española (2001), algo que es ideales aquello que no existe sino en el pensamiento, es un modelo perfecto que sirve de norma en cualquier ámbito. A partir de este concepto, podríamos preguntarnos ¿Cómo es una mujer ideal? ¿Realmente pueden existir mujeres ideales?

Una mujer ideal podría entenderse como sinónimo de mujer perfecta. Si intentáramos describir una mujer de este tipo, podría salir de nosotros un sin número de preconcepciones que probablemente no coinciden con las características que definen a la mayoría de las mujeres reales. A estas nociones segregacionistas se les conoce como estereotipos, y estos influyen en nuestra forma de pensar y actuar, sin importar sexo o edad.

Uno de los agentes que influye en la formación de estereotipos, son los medios de comunicación masiva, un ejemplo de esto, es la experiencia de una madre, que entre preocupada y asombrada contaba una anécdota ocurrida con su hijo.

Ellos compartían frente al televisor, cuando su niño le preguntó “¿mamá, por qué no te ves como las mujeres de la televisión?”, la pregunta iba dirigida a su apariencia, sobre todo a su peso. Esta madre es delgada, tiene un peso con el que ella se siente cómoda consigo misma, sin embargo, como la mayoría de la población femenina de la vida cotidiana, no es tan delgada como las mujeres que se presentan en la televisión.

El ejemplo anterior, es una ilustración de cómo los medios de comunicación y la sociedad en general, van formando en cada uno de nosotros nociones de cómo deben ser las personas, cómo se deben vestir, cómo deben hablar, cómo deben pensar. Con la noción de lo que es ser mujer, sucede lo mismo; alrededor del concepto de mujer, existen muchas ideas preconcebidas que señalan cómo debería comportarse una para ser “una buena mujer”.

Educar desde el Ser y no desde el Tener

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Margarita Murillo

Cuando hablo de actitud de Ser en la vivencia de la sexualidad, hago referencia a  la necesidad de diferenciar ¿Qué conductas de la sexualidad te llevan a desarrollar relaciones de posesión, de objetivización?- Desde la teoría de Erich Fromm se denomina Cultura de Tener, que se ve expresada en frases:

“Te tengo”, “tú eres mía (o)”, “tengamos sexo”, simplemente, desde esta posición se  estimula la sensación de que la sexualidad es una mercancía mas. Como la recibimos como mercancía, se nos es difícil poder descubrir que no solo no es una mercancía, sino que forma parte de nuestro cuerpo, que nuestro cuerpo la produce y la produce para darnos salud.

Lograr que la sexualidad nos lleve a la plenitud como fuente de salud, solo se podrá dar, si cada persona, logra desarrollar mayor autodeterminación y una claridad para poder dejar las actitudes de la cultura del Tener y, por ende, poder desarrollar más actitudes de la cultura del Ser. Cuando esto sucede, la sexualidad se logra convertir en un hilo conductor de la evolución y de mí mismo (a).

La sexualidad ha perdido sus dimensiones conscientes para convertirse en un acto trivial, sin  auto-organización, auto-renovación, ni auto-conservación.

Tal parece que nuestra sexualidad se vive sin conciencia, se nos dice que es como “instintiva”, un eje medular de la conducta sobre la cual no se tiene control.

Una sexualidad vista desde la cultura del TENER se limitará a reproducir sensaciones, movimientos, anticonceptivos sin responsabilidad ni compromiso, se cobrará por ella  y se le mutilará en la expresión auténtica de lo que significa para el Ser.  Comenzará a engendrar enfermedad y muerte y se convertirá en la autodestrucción del género humano.

No se debe perder la dirección de la evolución, hay que tener  paciencia y Fe en que poco a poco se dará el cambio. Algunos ya lo iniciaron, otros lo “olieron” y otros ni siquiera lo notaron.

Los programas de educación sexual debieran ser planeados por cada comunidad, para respetar los valores y las creencias y solo así será un proceso de vida en todo momento.

Se deben tomar en cuenta las necesidades, las habilidades, los valores y el sentido que cada escuela, cada familia, cada comunidad desea darle a su desarrollo de educación de la sexualidad, para eso se requiere de tiempo.

Procuremos escuchar, observar y poder diferenciar entre la sexualidad a la que de alguna forma le “tememos”, una sexualidad biológica, sin sentimientos, que no nos permite vincularnos, para pasar a una sexualidad que va más con el ser, la parte del vínculo. Mejorar la calidad en las relaciones, es el primer paso para mejorar la vivencia de la sexualidad.

Fuente: http://www.sexoamoryvida.com

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